Tahia Carioca

Hoy le toca el turno a otra de las grandes: Tahia Carioca.

Nació en 1920 y su nombre real era Badawia Abuo El Hola El Nedany . Tuvo una infancia muy dura y difícil. Una mañana, una vendedora de leche fue a su casa y al preguntar por ella, sus hermanos le dijeron que estaba atada en el corral. La encontró atada de pies y manos, así que la desató y le dio dinero avisándola de que su madre la esperaba en el pueblo El Máznala. Pero se equivocó de tren y subió a uno con destino El Cairo.

Afortunadamente para ella, en El Cairo conocía a una buena amiga de sus padres, Suad Mahasen, que era dueña de una sala de espectáculos. Pero Suad se encontraba en Alejandría. Badawia fue a buscarla y estuvo viviendo un mes con ella. Sin embargo, llegó un momento en que se negó a vivir más tiempo sin trabajar, así que decide empezar a bailar en la sala de Suad.

A Suad no le gustaba el nombre de Badawia y se lo cambió por Tahia. Así bailó durante un tiempo en el conjunto de bailarinas, y cuando Suad terminó su trabajo en Alejandría, volvieron juntas a El Cairo, donde por fin empezó a bailar en su famosa sala de espectáculos.

Tahia conocío a Badia Masabny, experta en reconocer a chicas con talento,  y observó que Tahia tenía mucho, así que la contrató para el Casino Ópera, pero no como bailarina, sino como vendedora de fruta.

Hasta que llegó su momento, primero como una bailarina más en el grupo, y más tarde como solista.  Durante esa época, se vio fascinada por un ritmo fuerte de rumba y samba, así que empezó a incorporarlos en su nuevo baile, al que llamó Carioca. Su estreno fue una gran éxito y marcó desde entonces, su nombre artístico “Tahia Carioca”.

Llegó a bailar para el Rey Farouk, aunque estaba totalmente en contra de él, como Rey y como persona, aunque sí que sentía simpatía por la Reina Farida.

Con la llegada del primer presidente Mohamed Nayib y después Gamal Abed el Naser, y la revolución del 23 de julio de 1952,  y la derrota del Rey Farouk, Tahia organizó una fiesta a la que acudieron artistas, músicos, cantantes, periodistas, celebrando una nueva era en Egipto.

En 1934 realizó su primera película. Después de hacer unas 87 más (¡!) llega la que le trae el éxito: “Juventud de una mujer”, que ganó el premio a la mejor película extranjera en Cannes, en 1955.

A su vuelta a Egipto le ofrecen una gira por Francia, España, Italia, Holanda,… y ella la acepta, consiguiendo un gran éxito.

Durante muchos años fue combinando su trabajo en el cine con el del teatro, cosechando un éxito tras otro. Bailó en Paris, Madrid, Roma, Estados Unidos, y ¡hasta en una cárcel de Egipto!

El 20 de septiembre de 1999 muere. “Murió la bailarina que enseñó a todos a respetar el baile oriental. A las puertas del nuevo siglo murió la bailarina que desempeñó un papel clave de la danza en Egipto durante el siglo XX.”

Fuente: El Reinado de las Bailarinas, de Shokry Mohamed